viernes, 21 de abril de 2017

Entrevista

¿Hasta qué punto Palos de Ciego refleja historias vividas en primera persona o por personas próximas?

Si esta obra fuera puramente autobiográfica, tendría un serio problema. Quien lea el cómic entenderá porque lo digo. Jesús, el protagonista de Palos de ciego es, como leí en una reseña hace poco, mi doppelgänger. En otros aspectos si es cierto que contiene algo biográfico, en el sentido vital más que en lo anecdótico y también otra parte que se basa en todo lo visto y oído de mi entorno más cercano. Cuando lo escribí compartía con el protagonista la falta de perspectiva en cuanto al terreno laboral y cuando lo dibujaba me sentía dando palos de ciego en círculo.  


¿Cuánto hay de realidad pura y dura en la obra?


Uno de los lemas que saque para la promoción de la obra decía: “La pobreza se hereda. La violencia manda”. La realidad de cierto entorno del pueblo es mucho más brutal. Para Palos de ciego tuve que novelizar bastante y rebajar ciertos aspectos que de otra forma hubiera resultado surrealista, inverosímil para el lector. La parte real por desgracia es la parte que habla de la rutina, el paro y la fatalidad que nace de la desesperación y la falta de porvenir, que en muchos casos se traduce en violencia.


En un mundo tan global ¿Cómo se afronta contar una historia tan hiperlocal?


Los creadores creamos por imitación. Algunos crean después de ver un capítulo de Juego de tronos, tras jugar a un videojuego o después de ver la última de Los Vengadores. Yo creo partiendo de la realidad. La mayoría de personajes de ficción de hoy día están plagados de clichés genéricos. Salvo casos concretos, parece que da igual que la acción se desarrolle en Chipiona o Niza, porque los personajes retratados podrían proceder del mismo lugar. Es asombroso hasta que punto se mira solo lo de fuera. Si algo tiene este país es legado cultural. Me aburre mucho el concepto de homogenización cultural. Como todo, la globalización también trajo sus cosas buenas, no lo discuto y por suerte, en materia creativa por ejemplo, todo se ha democratizado cosa mala. Ahora bien, como bien dices, mi historia es localista pero universal y puede ser contada desde cualquier rincón del mundo, que seguirá siendo la misma. Al final afronté todas las cuestiones locales que aparecen en el tebeo con total naturalidad, sin complejos. Al igual que hizo Scorsese con la procesión en Little Italy que mete al final de Malas calles o Coppola en la segunda parte del Padrino. Sólo se puede expresar aquello que se conoce bien, aquello que ha mamado desde su infancia. Me encanta mi pueblo. Ofrece escenarios dignos de inmortalizar. Es pura decadencia urbana. En este sentido quería mostrar la aberrante arquitectura de San Juan como un monstruo, producto del desarrollismo franquista que se produjo durante la década de los sesenta y que es el origen del Barrio Alto y como unos hijos del agobio conviven y se destruyen entre ellos.


¿Has prescindido de algunas claves demasiado locales, para poder llegar mejor al gran público? 


Al contrario, me la jugué al decidir mantener el acento andaluz barriobajero en vez de castellano neutro. El acento andaluz siempre se asocia a la caricatura. Si en Palos de Ciego los personajes hablan con lenguaje de barrio es tan solo por una cuestión de verosimilitud.  Lo que si es cierto es que en algunos aspectos si me corte bastante y rebajé algunos aspectos folklóricos, ya que la realidad es mucho más exagerada y pensaba que me iban a culpar por tirar de tópicos. Por ejemplo, el interior del bar que me sirvió de inspiración para el bar del Saetero, es mucho más barroco y pintoresco que el que muestro al final en el cómic.


Ante una visión crítica de la realidad social del municipio ¿Has encontrado apoyo por parte de las autoridades o de los 'poderes' por así decirlo de la localidad?


No se han puesto en contacto conmigo. Pero no me extraña, mi tebeo muestra una realidad que no conviene mostrar y airear por cuestiones políticas. Aquí conviene mantener una visión positiva, tipo Canal Sur rollo Juan y Medio. El cómic es por desgracia un arte minoritario y los españoles por regla general no leen, no hay hábito de lectura,  la gente no está enterada de su existencia o directamente se la repampinfla. Es así de triste, pero es lo que hay.


¿Qué piensas de la evolución (o no) de los problemas de desempleo y exclusión del municipio a lo largo de los últimos años?  


Hace cuatro años, viviendo en Lisboa, decían que el 60% de la población de San Juan estaba en paro. Para resumir la situación del pueblo desde un punto de vista subjetivo, me viene a la memoria una anécdota que viví hace unos años, cuando tenía una cerrajería en San Juan. Una mañana me llamó el alcalde socialista del momento y tras presentarse muy efusivamente, acto seguido me pregunta que si puedo explicarle la manera de abrir una puerta, porque su hijo no podía entrar en el piso. El buen hombre quería ahorrarse el parné, mientras yo le pagaba el sueldo a través de mis impuestos. Así funciona todo aquí. Si tú me rascas la espalda, yo te rasco la tuya. Hace poco me contaron que este insigne alcalde tuvo la intención de abrir un centro social en el pueblo. Pura alma caritativa la del hombre.


Y por mera curiosidad. En un contexto como el de San Juan (y yo he crecido en el municipio) ¿Cómo nace esa afición y arte por el cómic, una disciplina un tanto exótica para muchos?


El amor por la lectura se la debo a mis padres. En mi casa siempre hubo tanto libros como historietas, sin diferencia. Mi madre me enseñó a leer con tebeos y con mi padre aprendí a dibujar al Hombre- Araña, que era como se le llamaba entonces. También me he criado con la Semana Santa, el fútbol y la Feria… y a día de hoy no mantengo ninguna de estas aficiones. Tan solo me gusta el Betis como concepto, por aquello del manque pierda.


Entrevista íntegra para MRN Aljarafe por Fernando Barroso.